Todo el mundo estará de acuerdo en que la libertad de expresión es un derecho humano inquebrantable, pero lo cierto es que en los tiempos que corre esa afirmación resulta un poco dudosa. Desde hace algunos años, los extremismos en todo el mundo están siendo tendencia y la mayoría de las personas que antes se manifestaban muy “centradas”, cada vez se tiran también más a los extremos.
Lo cierto es que, el hecho de que 12 periodistas mexicanos fueran asesinados en un período de evaluación menor de un año antes del índice, pareció ser valorado de forma tajante y México descendió cinco puestos desde la última edición de un índice que mide la libertad de prensa y expresión en los países de la zona occidental del planeta.
El puntaje que obtuvimos fue de 49.2 sobre 100, ni siquiera llegamos a la mitad y nos tuvimos que conformar con la plaza número 15 de los 22 que aparecían en esta lista, el Índice Chapultepec 2021 realizado por la Sociedad Interamericana de Prensa. La puntuación del año pasado que nos llevó hasta el puesto número 11, fue de 55 puntos y los únicos países que sobrepasamos los mexicanos fueron Guatemala, El Salvador, Brazil, Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Para llevar a cabo esta tabla, el jurado se apoya en más de doscientos informes que realizan profesionales de todos los países implicados y las puntuaciones que repartirán los países en el índice se conforman a partir de cuatro variables distintas que miden la libertad de expresión que tiene la población durante todos los días. Por otro lado, también se tiene en cuenta la libertad de los propios periodistas para redactar sus noticias y la violencia de éstos o de los medios de comunicación. También se tiene en cuenta las posturas violentas frente al sector del a comunicación y las sanciones que se realizan desde el gobierno, además del control que realice de los medios.
En la primera variante, México sacó 11,57 puntos sobre 23, en la siguiente, 6,86 sobre 10, un 11,35 sobre 42 en la penúltima y un 19,43 sobre 25 en la última. Todos los aspectos rozando el aprobado, menos uno de ellos. Este plano hacía referencia a la violencia contra los medios de comunicación y, según señaló la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), esta puntuación era realmente alarmante y se vio propiciada en gran parte por los múltiples asesinatos que hubo a 12 periodistas durante su periodo de evaluación, el cual terminó a finales de julio, después de un año.
Un clima agresivo y peligroso para los medios de comunicación
También se hizo hincapié en el ambiente hostil y difícil que se han creado en los sectores de comunicación y prensa, ya que no se encuentran seguros y viven bajo la amenaza y el riesgo constante de poder ser agredidos en el mejor de los casos. Por su parte, el representante del Comité para la Protección de los Periodistas de México advirtió a finales de 2020 que las agresiones al presidente de los medios de comunicación era una evidente ofensa que maniataba la libertad de expresión.
El ambiente que se imprime desde las esferas políticas de México tampoco ayuda a la libertad de expresión, pero a pesar de ello, Andrés Manuel López Obrador tuvo ciertos detalles algo esperanzadores, comprometiéndose a terminar con la impunidad, censura y asesinato de reporteros y periodistas. Algo menos de dos años después, las cosas no parecían haber mejorado demasiado. Se hablaba de una polarización y una retórica de confrontación contra la prensa, además de una gruesa línea divisoria entre el “buen periodismo” y el “mal periodismo”.
Ahora, en pleno tercer año de liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, no han cambiado las cosas. Para muchos, incluso han empeorado, debido a que el vilipendio del gobierno de los medios de comunicación impuso varias sesiones a las que llegaban noticias totalmente falsas. Por otro lado, López Obrador ya expuso su poco amor por los medios de comunicación en su recién publicado manuscrito, en el que sostiene que la gran mayoría de ellos, con sus comentaristas, columnistas presentadores de tv y colaboradores, se emplean totalmente a la difamación y la mentira.
Si hacemos una lectura global de la marca que ha obtenido México en el Índice, observaríamos que está casi seis puntos y medio por debajo de la media. Según lo han definido, formamos parte de un colectivo de naciones donde existe la “restricción parcial” de la libertad de expresión. En cuanto los peor puntuados de la lista, etiquetados como países donde existe una “alta restricción” de la libertad de expresión, el único representante es Brazil y en los que no hay “ninguna libertad de expresión” serían Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Por la parte alte de la table se pudieron leer nombres de países como Uruguay y Chile, primer y segundo lugar y únicos representantes de los países donde no hay “ninguna restricción” a la hora de expresarse libremente.