Esta ‘inmortal’ fiesta mexicana posiblemente sea una de las más conocidas a nivel internacional, incluso antes de que la adaptación cinematográfica de Disney, “Coco”, se ocupara de expandirla todavía más. Cuando llega, todas las familias se juntan para recordar a los seres queridos que ya no se encuentran con nosotros y quitarse el miedo de lo sobre natural de la forma más atrevida. Sin embargo, algo que no sabe todo el mundo es que esta forma de celebración puede ayudarnos más de lo que pensamos con nuestras taras psicológicas.
Es cierto que es inevitable pasarlo mal cuando alguien se va para no volver jamás, pero cómo reaccionar a ello es algo que solo está en nuestra mano, ¿verdad? Pues la respuesta es no. Lo cierto es que una gran parte de la reacción viene dictaminada por nuestra cultura. En otras culturas europeas, por ejemplo, ni siquiera se conocen fiestas que honren a los muertos y hoy en día el Día de Muertos y Halloween son meras sombras de lo que una vez fueron en las únicas culturas que siguen manteniendo esta celebración.
Lo que se suele hacer en la actualidad, es relacionar la muerte con algo oscuro y malévolo, algo frente a lo que cerrar los ojos y darse media vuelta. No obstante, existen diversos estudios que sostienen que en zonas como México, donde mantenemos el Día de Muertos las emociones se manifiestan de una forma especial frente a otras culturas. No es de extrañar que los mexicanos tengamos esa fama de despreocupados y tirados para adelante. La fecha es especial porque llegan los muertos, pero en lugar de estar en un duelo, se les ha preparado bailes, colores y homenajes y, en lugar de temer la oscuridad que envuelve la muerte, se burlan de ella. No es casualidad tampoco que los difuntos aparezcan cuando la cosecha perece, precisamente para que se alimenten los vivos.
Los orígenes de la festividad y su efecto sanador
El origen de esta festividad es muy antiguo y, en realidad, para sorpresa de muchos, también es íntimo. Se trata únicamente de una reunión de pocas personas más allá de la familia que en lugar de despedir a sus seres más importantes y llorarles, les dieron la bienvenida como si formasen parte de la reunión que estaban celebrando.
Sin embargo, como suele ocurrir, el día más conocido es cuando se montan festivales y espectáculos. Este podríamos definirlo como el “otro Día de Muertos”. Hay bailes, desfiles, homenajes y se ha hecho tan popular tanto en México como en los Estados Unidos. Este día surgió a raíz de intentar hacer frente a las fiestas de Halloween durante los años 90. A día de hoy ya no es extraño ver actos en los que se celebra de esta forma, ya sean en colegios, universidades o equipos de fútbol o cualquier tipo de agrupaciones en las que haya mexicanos de por medio.
En la mayoría de culturas desarrolladas, se establece un tiempo de duelo tras la pérdida de un ser querido, pero suelen tener un límite de cara a continuar con tu propia vida y seguir formando parte de la sociedad. Digamos que fuerzan que uno asimile algo insuperable y luego se olvide y continue con su vida. El tiempo de duelo depende de cada persona, para algunos puede ser una semana y para otros toda una vida.
Sin embargo, ciertos estudios demuestran que, alguien que no ha abordado de forma correcta el duelo de una pérdida, puede llegar a quedarse paralizada en su propia vida emocional e incluso profesional. A pesar de que parezca que uno lo ha superado, el día menos pensado puede volver a ti, por eso es más sano asimilar la muerte como lo hacemos en México. El Día de Muertos coge el toro por los cuernos. El hecho de visitar las tumbas, como se suele hacer en otras regiones del mundo, puede tener cierta similitud, pero se trata de un acto individual y doloroso, en el Día de Muertos se festeja y se celebra de forma positiva.
La fiesta comienza alrededor del 2 de noviembre, todo mexicano tiene el derecho y las ganas de volver a reencontrarse con aquellos que ya no están y lo hace con una sonrisa en la cara. La tradición exige la compra de provisiones, un altar y la unión de la familia y amigos. Esto, queridos lectores es terapia para el duelo en estado puro. Es una celebración en un cementerio mientras que, en otras culturas, estas zonas se encuentran desiertas durante todo el año a excepción de algún llanto y algún aullido solitario.
Existe mucha gente que podría pensar que es morboso o problemático tener este tipo de celebraciones, pero diversos expertos de la psicología y la psicoterapia defienden el comportamiento desafiante que adquieren este tipo de celebraciones ya que se abre, además, la posibilidad de decir a aquellas personas todo lo que quedó pendiente y eliminar el estigma social que genera hablar de la muerte y comunicar nuestras sensaciones a la familia. Desde el otro lado, también es beneficioso saber que cuando te vayas quedará tu familia, seguirá teniéndote presente y hablando y brindando contigo, todos los años a tu salud.